Jack domina su placer solo

Jack, un maestro del auto-placer, se entrega a su pasatiempo favorito: masturbación en solitario. Acaricia expertamente su miembro palpitante, golpeando todos los lugares correctos y alcanza un clímax alucinante.

Jack, un hombre de contextura y mirada promedio, había estado anhelando el dulce sabor de su propia semilla por una eternidad.Su rutina diaria estaba atada de anhelo, su mente llena de imágenes de su propia corrida, un deseo que lo consumía.Cada noche, se retiraba a sus cuartos, su ánimo ablazeaba de pensamientos carnales.Estaba decidido a saciar su sed, de probar su propia esencia.Desnudándose, desveló su hombría, una vista que enviaba estremecimientos por su columna.Con un agarre firme, comenzó su viaje, cada golpe lo acercaba a su objetivo.Su respiración se estremecía, su cuerpo temblaba cuando se acercaba al precipicio.Con un jalón final, poderoso, soltaba su carga, su lengua saboreaba con ansias la cálida y salada esencia.El éxtasis era arrollador, un sabor que juró saborear todas las noches a partir de entonces.Jack, el amo de su propio placer, se reclinó, un satisfecho semirk adornando su rostro, su cuerpo zumbando con el dulce regusto de su propio clímax.