El viaje de humillación de Miras se desarrolla mientras sucumbe al dominio de su ama. Desde lamer culos hasta cunnilingus, soporta cada acto degradante. Su esclavo está de rodillas, observando asombrado y con miedo, mientras su ama toma el control.
En un mundo de BDSM y fetiche, el esclavo de Miras se encuentra en un escenario tentador.Su ama, una encantadora dominante, le ordena que se desnude y asuma la posición para su humillación.Ella se toma su tiempo, saboreando cada momento mientras provoca su ansiosa boca con sus pliegues húmedos y rosados.El esclavo, un cornudo experimentado, sabe mejor que resistir la tentación.Como se sienta encima de él, su lengua baila en sus sensibles carnes, provocando gemidos de placer de su ama.A cambio, lo trata a probar su néctar, una recompensa por su obediencia.La dinámica de poder es clara, domina, se somete.La humillación se profundiza cuando le nalguea su trasero desnudo, cada guanta hace eco a través de la habitación.Es suyo al mando, el de ella al castigo.El viejo esclavo, a pesar de su edad, todavía sirve a la ama con dedicación y pasión.Este es su juego, un baile de dominio y sumisión, de placer y dolor, de humillación y recompensa.Un mundo donde prosperan, donde su fetiche es su realidad.
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