El amigo de mi hijastro se une a mí en la habitación mientras muestro mi tesoro sin afeitar. Él disfruta viéndome darme placer, y pronto escalamos a un intenso juego anal y un final satisfactorio.
Yo estaba recostada en el sillón, mi mente deambulaba por el pensamiento de mi amigo hijastro.Su agujero apretado y su enorme verga siempre cruzaban mi mente.No pude evitar imaginarme estirando su agujero apretadito con mis dedos y mi gruesa verga.Mientras me sentaba, dejé que mis regiones no afeitadas del sillón se asomaran por debajo de mi falda.Podía ver sus ojos atrevidos a mi expuesto coño, sus labios se abrieron ligeramente con anticipación.Entonces bajé la mano y comencé a darle placer a mi gran clítoris, mi otra mano explorando mis jugosos pliegues.Podía sentir su excitación construyéndose mientras me miraba, sus ojos nunca salían de mi zona íntima.Luego abrí más mis piernas, exponiendo mi agujero apretada a él.No perdió tiempo en hundir su dedo profundamente dentro, su otra mano exploraba mi gran y suave trasero.La vista de él complaciendo mi agujero aprieta con sus dedos y su gruesa verga me hizo llegar al clímax, mis gemidos resonando por la habitación.
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